¿Cómo vivimos la celebración de la Inmaculada en nuestro colegio?
Cada año, cuando se acerca el 8 de diciembre, el Colegio Sagrado Corazón de Ronda se llena de un ambiente especial que envuelve a toda la comunidad educativa. Las aulas se transforman en espacios donde la creatividad y la inspiración florecen, y los alumnos de ESO, siguiendo la tradición de la Fundación Spínola, se convierten en músicos, poetas y artistas para rendir homenaje a la Virgen María en la celebración de la Inmaculada.
La celebración comienza con un acto muy significativo: toda la comunidad escolar se reúne en la iglesia para participar en una ceremonia en honor a la Virgen Inmaculada. Este momento, lleno de recogimiento y espiritualidad, permite a los alumnos conectar con la figura de María. Antes de esta celebración, cada alumno recibe una carta escrita por la Virgen, a la cual responden en un momento íntimo de reflexión en el aula. Es una experiencia muy personal que les invita a abrir sus corazones y a profundizar en su fe, preparándolos para vivir esta festividad con un sentido más profundo.
Creatividad, música y emoción
Durante las semanas previas, los pasillos del colegio se llenan de música, versos cargados de devoción y ensayos que reflejan la dedicación de los alumnos. Inspirados por sus artistas favoritos y por las enseñanzas de la Virgen, cada clase compone una canción que no solo resalta las virtudes de María, sino que también expresa lo que ella representa en sus vidas.
El punto culminante de toda esta preparación es el esperado festival de la Inmaculada. Más que una simple muestra de talento, este día tan especial en nuestro colegio es una verdadera celebración comunitaria. Los estudiantes de ESO se reúnen en el salón de actos para presenciar y disfrutar de las actuaciones de sus compañeros. Las presentaciones, cuidadosamente preparadas, llenas de emoción y sentimiento, hacen de este festival un momento inolvidable. No es solo un espectáculo musical, sino una experiencia que conmueve a todos los presentes. Las lágrimas de emoción, los aplausos y la alegría compartida crean un ambiente de fraternidad en el que cada alumno siente que forma parte de una tradición que se transmite de generación en generación.
Un aprendizaje integral que deja huella
Este proyecto no solo fortalece la dimensión espiritual de los estudiantes, sino que también enriquece su formación integral. A lo largo del proceso, los alumnos desarrollan habilidades en distintas áreas: potencian su expresión literaria al escribir las letras de las canciones, estimulan su creatividad y capacidad de redacción, aprenden a trabajar en equipo, respetando y valorando las ideas de sus compañeros, y exploran su talento artístico al diseñar las presentaciones. Además, la reflexión sobre la figura de la Virgen María les ayuda a conectar lo aprendido en el aula con valores fundamentales que los acompañarán toda la vida.
La celebración de la Inmaculada en nuestro colegio no es solo una tradición más, sino una vivencia que deja una huella profunda en cada estudiante. Es un recordatorio de la importancia de la fe, la creatividad y la comunidad en su proceso de crecimiento personal. Al concluir el festival, los alumnos no solo han creado una canción o participado en una actuación, sino que han fortalecido su espíritu y construido recuerdos que llevarán consigo siempre. Cada nota musical y cada palabra dedicada a María reflejan el compromiso de nuestro colegio Sagrado Corazón Ronda con una educación que no solo busca formar la mente, sino también el corazón, guiando a los jóvenes hacia un futuro lleno de valores y esperanza.
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