Consejos para prevenir el mal uso de las TIC en los jóvenes cierran el programa “Comprender y acompañar la adolescencia”
El programa “Comprender y acompañar la adolescencia” ha tenido como cierre una sesión práctica con consejos para prevenir el mal uso de las TIC en los jóvenes. De la mano de Francisco Vázquez, Médico especialista medicina familiar y comunitaria, Director del III Plan Andaluz de Drogas y otras Adicciones hemos vivido una tarde de reflexión y aprendizaje compartido con familias, docentes y educadores en general de adolescentes.
Esta ha sido la última de las tres citas planificadas en nuestro programa, que se inició en octubre de 2022 con Doña Aurelia González Alonso, experta en Intervención en Crisis y en Prevención del Suicidio, hablando de la importancia de la educación emocional, tanto en padres como en jóvenes y técnicas sobre cómo generar espacios seguros de comunicación que permitan a los adultos apoyar y acompañar a los jóvenes de casa. Después nos visitó D. Joaquín Morales, Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, que profundizó en el cerebro del adolescente.
En el caso de Francisco Vázquez, se ha planteado qué podemos hacer como padres o adultos de referencia para evitar un uso problemático de las nuevas herramientas tecnológicas y entornos de relación. “Los padres son los que mejor conocen a sus hijos y en el momento que se observan cambios en las actitudes, comportamientos o situaciones podemos considerarlos signos de alarma para ponernos en guardia e intentar entender si es un síntoma habitual dentro de los cambios del adolescente o si está pasando algo más”, apuntaba el doctor.
En opinión de Vázquez, la solución no está en “prohibir o vetar” las herramientas de información y comunicación, sino en educar para que su uso sea “lo más sano posible”. Además, debemos tener en cuenta que “las actitudes de nuestros hijos son calcos de nuestras actitudes”, ya que lo que ven a diario es el ejemplo de sus padres. Con esto se invita a tener mejores hábitos de consumo de dispositivos e internet para que los chicos y chicas tengan referentes positivos en los que mirarse.
En todas las sesiones se ha generado un ambiente de escucha, participación e intercambio de testimonios muy enriquecedor, dando lugar a la plena satisfacción de los asistentes. Como institución educativa nos sentimos llamados a generar estos espacios que pretenden ser, no solo teóricos, sino dinámicos, prácticos y de ayuda.
Somos conscientes de que la adolescencia es una etapa de transición y descubrimiento de uno mismo y del entorno, que además tiene gran valor adaptativo, funcional y decisivo para forjar a los adultos del mañana. Por eso hemos querido plantear como objetivo reconfigurar nuestra percepción hacia la detección de signos de inseguridad e incomprensión y enfocarlo hacia la empatía y el acompañamiento. Con este programa, en definitiva, hemos puesto a disposición de padres y madres, docentes y referentes de adolescentes herramientas para construir un entorno de confianza y seguridad. Seguiremos trabajando en propuestas que sirvan de apoyo y generen espacios de aprendizaje y convivencia más allá de nuestras aulas.