Los padrinos y madrinas de Matemáticas ayudan a aprender más allá de los números y las operaciones
Creemos en el poder del aprendizaje compartido, en el valor de la cooperación y en la importancia de generar vínculos significativos entre nuestro alumnado. Por ello, en el colegio Sagrado Corazón de Ronda, desde hace varios años, desarrollamos la iniciativa de Padrinos y Madrinas de Matemáticas, una propuesta que combina el refuerzo de habilidades matemáticas con el acompañamiento entre estudiantes de distintas edades.
La iniciativa es “hermana” de la actividad de Padrinos de lectura, que también llevamos a la práctica para trabajar otras competencias. En este caso, el apadrinamiento es una actividad de animación a trabajar diferentes aspectos relacionados con el aprendizaje de las matemáticas.
Consiste en que alumnos de cursos superiores (3º y 4º de ESO) se constituyan en padrinos y madrinas de cursos inferiores (3º y 4º de Primaria), para compartir momentos de trabajo y diversión en el aprendizaje de las matemáticas. De esta forma, los mayores tienen la función de ejercer de ayudantes de sus ahijados para resolver los diferentes retos matemáticos que se les proponen.
Números, operaciones y mucho más
Con esta actividad se pretende principalmente la mejora de diferentes aspectos matemáticos como pueden ser: razonamiento lógico, secuenciación, cronología, organización de la información, elaboración de estrategias, expresiones matemáticas, operaciones, orientación espacial, tiempos, memoria, interpretación de gráficos, geometría, medidas, dinero, etc. Además contribuirá a desarrollar las relaciones interpersonales del alumnado del centro y el acercamiento entre edades diferentes. Podemos considerar esta actividad muy beneficiosa tanto para mayores como para pequeños.
Entre sus objetivos están:
- Desarrollar la capacidad lectora de los retos que se les plantean.
- Favorecer la práctica de la lectura reflexiva y comprensiva.
- Diferenciar los diferentes elementos que intervienen en el reto y que son importantes para su resolución.
- Incentivar la motivación por el uso cotidiano del área.
- Potenciar las relaciones interpersonales, reconociéndose iguales tanto mayores como pequeños.
- Desarrollar la capacidad de escucha activa.
- Mejorar la atención y comprensión oral.
- Potenciar la observación y discriminación de signos matemáticos.
- Mostrar interés en la resolución de los retos planteados.
- Fomentar el respeto entre alumnos de diferentes edades.
Recursos y consejos para llevarla a cabo
Como recursos para la realización de esta actividad, necesitamos materiales que son elaborados por los padrinos y madrinas con ayuda de su profesor de matemáticas. Ellos son los encargados de buscar y/o elaborar los retos o situaciones adecuadas a la edad y al nivel de los ahijados, incluyendo también algunas sesiones en las que se trabaja el ajedrez utilizando combinaciones diferentes entre alumnos, con excelentes resultados en todos los casos.
En relación a los espacios, la primera sesión en la que se conocen y se emparejan es en el aula de los ahijados/as, de esta manera los niños pequeños estarán más seguros en su ambiente y se facilitará la interacción. A partir de la segunda sesión, el espacio elegido es el aula de usos múltiples en la que contamos con un espacio más amplio y mesas y sillas para todos. En este espacio los alumnos se distribuyen libremente, bajo la supervisión de los profesores de área.
Se recomienda que este tipo de encuentros se realicen quincenalmente durante una hora. Para ello, hay una reunión de coordinación previa de los profesores de área en los que se establecen los emparejamientos y el calendario de sesiones. Al finalizar el curso, se realiza una valoración por parte de los profesores del área del desarrollo de la actividad y se organiza la última sesión con alguna práctica más lúdica como puede ser una gymkana matemática con el fin de finalizar de forma divertida y celebrativa.
Este tipo de actividades compartidas por mayores y pequeños son muy beneficiosas para todos. Comparten vivencias y experiencias en forma de retos que resuelven juntos, por lo que se trabaja a nivel curricular, pero también se trabajan valores y se establecen relaciones de empatía y amistad que perduran en el tiempo y trascienden lo puramente académico.
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